martes, 23 de julio de 2013

Debate sobre modeos educativos


Por: | 22 de julio de 2013
Me encuentro a menudo con personas que, después de escucharme en un seminario o conferencia hablar de educación en línea, se aproximan a mí para seguir la conversación que se ha iniciado en el turno de preguntas. Es entonces cuando una buena parte de esas personas me hace una pregunta en tono algo retórico: “-¿Verdad que el modelo educativo ideal es el que toma lo mejor de la educación presencial y lo mejor de la educación en línea?”.
Debo admitir que, a pesar de haber respondido a esta cuestión en muchas ocasiones, la misma no deja de sorprenderme, porque pone de manifiesto la intensa búsqueda de certezas en una sociedad turbulenta como la nuestra, cada vez más expuesta a cambios constantes, que exige una capacidad de adaptación permanente y la relativización de cualquier situación en función del contexto y del momento, aún preservando los principios, que los hay.
Mi respuesta a esta pregunta es voluntariamente ambigua: “-Depende”. Y no juego con mi interlocutor, sino que realmente creo que la respuesta no puede ser un “sí” incondicional, aunque nos gustaría que así fuese, porque nos daría mucha más seguridad. Va a depender de diversas variables, pero la más importante es la de nuestros estudiantes.
P8_Students at campus Vanderbilt
Fuente: Vanderbilt University
Efectivamente, es posible que cuando disponemos de un grupo de estudiantes a los que podríamos llamar “cautivos”, aquellos que están matriculados en una institución educativa presencial y que asisten –o mejor dicho, pueden asistir- regularmente a clase en un contexto de país desarrollado, podamos desarrollar un modelo híbrido en el que nosotros podemos decidir qué vamos a hacer presencialmente y qué en línea, con que tecnologías y cuál va a ser el peso ponderado de cada bloque.
Sin embargo, cuando tus estudiantes son personas que no pueden asistir a clases presenciales, ya sea por falta de dificultades de desplazamiento, por incompatibilidades horarias, o por obligaciones familiares, entenderemos que para ellos y ellas, el supuesto modelo “ideal” no va a ser híbrido, sino que se va a basar en el máximo aprovechamiento de las opciones que pueda ofrecer la educación en línea.
P8_homestudy3_Flickr Ben Terret
Fuente: Flickr (Ben Terret)
Por lo tanto, el “mejor” modelo será el que más se adecúe a las necesidades de nuestros estudiantes, a la vez que sacamos el máximo partido al potencial de las tecnologías… que estén disponibles. Ahí el contexto, otra de las variables, juega también un papel fundamental: deberemos tener muy en cuenta las posibilidades tecnológicas de los estudiantes a los que nos dirijamos. Estamos muy acostumbrados a pensar que aquel producto tecnológico que utilizamos en nuestro entorno con suma facilidad, se puede utilizar de tal modo en cualquier lugar del mundo. Desgraciadamente, y a pesar de que últimamente parece que la tecnología llega con facilidad al lugar más recóndito del planeta, eso solo es así para unos cuantos privilegiados –que a su vez, son mucho menos privilegiados que nosotros.
Llegados a este punto podemos concluir que los modelos de formación más adecuados, los más eficientes y, por tanto, los mejores, son los que saben equilibrar mejor las opciones de flexibilidad y personalización con las posibilidades que ofrezca la tecnología en un contexto determinado.
Este análisis nos lleva a considerar la importancia de estos dos conceptos anteriores, aplicados al aprendizaje, flexibilidad y personalización, tienen cuando la tecnología intermedia con ellos y expande las oportunidades para aprender.
Si empezamos a pensar en las personas como individuos que cada vez tienen más opciones de tomar sus propias decisiones respecto a cómo cubrir sus necesidades de aprendizaje a lo largo de la vida, observaremos como estas decisiones van a ir diversificándose, volviéndose cada vez más híbridas y huyendo de soluciones únicas. Las personas decidirán mezclar la educación formal, la informal y la no formal, la presencial y la que se lleva a cabo en línea. 
Ecologias aprendizaje
Fuente: Propia
El conjunto de elementos (cursos, recursos, materiales, relaciones, redes, PLE, MOOC, grupos de interés, etc.) a los que cada uno tenga acceso son los que configurarán su ecología de aprendizaje. Y será el conjunto de sus decisiones el que dibuje los itinerarios que cada uno vaya a seguir, activando los elementos que desee, los cuales generarán sus correspondientes oportunidades de aprendizaje. Volveremos sobre este concepto.

Más difícil todavía: cómo mantener la atención del alumno 2.0 en el aula.


   Si intentas mantener hoy en día la atención de una persona de entre 1 y 29 años durante más de 20 minutos simplemente hablando o con algún tipo de material que sea exclusivamente textual, te deseo mucha suerte.
   Yo prefiero experimentar cómo atraer y retener la atención de mis alumnos de otras formas, y de paso generar compromiso, participación y motivación:
La conexión permanente es su elemento, si les desconectas, se asfixian. Todos los expertos coinciden en señalar que una de las principales características de los jóvenes en la actualidad es que están permanentemente conectados. Y todo apunta a que la sociedad en la que vivirán en el futuro y las organizaciones en las que trabajarán, van a estar mucho más conectadas todavía. Sin embargo, nosotros les encerramos entre cuatro paredes y les obligamos a apagar el teléfono móvil, es decir, los desconectamos. Y decimos que así les estamos preparando para su futuro. En fin… No compitas con el móvil, alíate con él. Muy pronto, el móvil será al aprendizaje actual lo que el libro a la educación tradicional. Anímales a utilizar el móvil para buscar información, y ya de paso hazlo de tal forma que les ayudes a que desarrollen su capacidad de buscar, seleccionar, interpretar y compartir información relevante para tu asignatura.
 Educación y motivación
- Cuando tus alumnos quieren utilizar el teléfono móvil en clase, lo que quieren en realidad es interaccionar socialmente con otras personas. Si les das de eso en clase, no lo buscarán en el móvil. Lo tengo comprobado, cuando les pongo a trabajar en grupo, se olvidan completamente del móvil sin yo decirles nada. Y de paso, diseño la actividad para que desarrollen un estilo colaborativo y entrenen algunas de las competencias laborales que más van a necesitar el día de mañana: comunicar ideas, tomar decisiones en equipo, ser parte de un liderazgo colectivo, etc.
 Aprendizaje Colaborativo
El hábitat natural del alumno 2.0 son las redes sociales, y si hay algo genuino de las redes sociales, son las conversaciones a mil bandas. Es decir, lo contrario del monólogo de un profesor tradicional. Las redes sociales se llaman sociales por algo, porque en ellas la gente se relaciona, comparte, conversa… La cuestión es cómo recrear en el aula ese ecosistema de interacciones, que será además el entorno educativo y laboral habitual del alumno 2.0, ya sea a través de la formación online o en la red social corporativa de su empresa. Es posible que no podamos recrearlo nunca porque las redes sociales son una infraestructura de participación imposible de remedar en un espacio físico, en cualquier caso estamos muy lejos de generar en el aula un aprendizaje colaborativo, horizontal y estimulante, como el que tienen nuestros alumnos de manera invisible e incidental cuando, por ejemplo, discuten en los foros de internet sobre temas que les interesan.
Educación 2.0
    Obviamente no se trata de ponerles a trabajar en grupo sin más, ni que busquen una información puntual en el teléfono y ya (eso no garantiza por sí solo que entrenen ninguna competencia).
    Mis alumnos y yo hemos tenido que experimentar y entrenar mucho para aprender cómo diseñar ese tipo de acciones formativas para que tengan sentido y sean eficaces desde el punto de vista educativo y a la vez motivacional.
   El nuevo rol del educador consiste en ayudar al grupo a encontrar sentido y estructura en todo ese trabajo en equipo, en todas esas conversaciones y en toda esa información que manejan. Y no me cansaré de decirlo, la mejor herramienta pedagógica que tengo es haber aprendido a diseñar y realizar dinámicas de grupo en entornos ajenos a la educación formal.

viernes, 22 de febrero de 2013

El estrés tóxico afecta el desarrollo de los niños

Un reciente estudio publicado por la Academia Americana de Pediatría define la existencia de tres tipos de respuestas al estrés (positiva, tolerable y tóxica) como efectos de los sistemas del cuerpo a la reacción a un evento estresante o la experiencia misma. La investigación se refiere específicamente a la respuesta tóxica que afecta a los niños y que tiene efectos negativos sobre el aprendizaje, la conducta y la salud.
El informe destaca que aprender a lidiar con la adversidad es parte importante del desarrollo de los niños sanos, pero cuando su organismo se ve amenazado, se prepara para una respuesta aumentando las hormonas de frecuencia cardíaca, presión arterial y estrés, como el cortisol.
El estrés tóxico ocurre cuando un niño afronta, sin apoyo adecuado de un adulto, una frecuente, fuerte y prolongada adversidad, como el abuso físico o emocional, exposición a la violencia, cargas acumuladas de problemas económicos familiares, etc. Este tipo de activación prolongada de los sistemas de respuesta al estrés puede perturbar el desarrollo del cerebro, debilitar otros sistemas de órganos y aumentar el riesgo de enfermedades y deterioro cognitivo en la edad adulta, como trastornos cardíacos, diabetes, abuso de sustancias y depresión.