miércoles, 24 de noviembre de 2010

Autismo |investigaciones con resonancias magnéticas funcionales

Autismo, nuevas investigaciones con resonancia magnéticas funcionales (fMRI) identifican el patrón de actividad cerebral que puede caracterizar la vulnerabilidad genética a desarrollar trastornos del espectro autista. Investigación de la Universidad de Yale en Estados Unidos.
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Este estudio podría conducir a una detección y diagnostico más temprano del autismo. El Autismo es un trastorno degenerativo del desarrollo social biológico y psicológico. Es una discapacidad grave y crónica del desarrollo. Suele aparecer en los tres primeros años de vida, se da más en varones.
En el autismo se ven afectados las áreas de adquisición del lenguaje, la comunicación social, los movimientos. Los investigadores de Yale usaron las resonancias magnéticas funcionales en niños con autismo. En sus hermanos no afectados y en otros niños que no padecían esta enfermedad.
El estudio se realizo con 62 niños de 4 a 17 años
El equipo detecto tres “firmas neuronales”, unos marcadores . Las regiones del cerebro con una actividad reducida en niños con autismo y sus hermanos no afectados. Estas áreas de reducción de la actividad se encontraban solo en los niños con autismo. Así como una mejora de la actividad de esas áreas , una actividad compensatoria, se detectó solo en los hermanos no afectados.
Esta mejoría de la actividad cerebral puede reflejar un proceso de desarrollo por el cual estos niños con predisposición genética a padecer autismo finalmente no lo padecen, aunque tengan hermanos que si estén afectados.
Este estudio puede ser clave para comprender mejor las bases cerebrales y el origen genético del autismo. Una detección temprana puede ser importante para la aplicación de tratamientos que puedan ayudar a un  mejor desarrollo social, biológico y psicológico de las personas con autismo.

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Entre los autores de este estudio, Caitlin Hudac, Sarah Schultz, Su Mei Lee, Cheung Celeste, Berken Allison, Ben Deen, Pitskel Naomi, Sugrañes Daniel, Visa Avery, Saulnier Celine, Pamela Ventura, Julio Lobo, Ami Klin, Vander Brent Wyk y Pelphrey Kevin
Fuente|www.sciencedaily.com/

viernes, 5 de noviembre de 2010

Aprendizaje más fácil


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Psicología
Martes, 02 de Noviembre de 2010 10:24
Los científicos saben desde hace tiempo que muchas habilidades perceptivas importantes para la lectura y comprensión del lenguaje pueden mejorarse mediante la práctica. Una investigación sugiere ahora una nueva forma de entrenamiento que podría reducir a la mitad el esfuerzo que anteriormente se consideraba necesario para progresar en el aprendizaje.
El estudio realizado por Beverly Wright, Andrew Sabin, Yuxuan Zhang, Nicole Marrone y Matthew Fitzgerald, todos de la Universidad del Noroeste, en Estados Unidos, sugiere que se pueden obtener los mismos progresos en el aprendizaje con un esfuerzo substancialmente menor.

El hallazgo podría conducir a terapias menos exigentes para los niños que sufren trastornos en el aprendizaje del lenguaje que afectan a habilidades perceptivas. También puede resultar importante para personas de la población general interesadas en mejorar sus habilidades perceptivas, como por ejemplo músicos que buscan afinar su sensibilidad de reconocimiento sonoro, personas que estudian un nuevo idioma, o estudiantes de medicina que aprenden a diferenciar entre latidos regulares e irregulares del corazón.

El equipo de investigación trabajó con cuatro grupos de participantes adultos cuyas edades oscilaban entre 18 y 30 años, con capacidad auditiva normal y sin experiencia previa en tareas psicoacústicas. El objetivo era mejorar la habilidad de los participantes para detectar diferencias sutiles de tono.

Los investigadores determinaron al principio la diferencia más pequeña de tono que los participantes podrían notar a partir de un tono estándar de 1.000 hercios. Luego dividieron a los participantes en cuatro grupos, cada uno de los cuales pasó por un régimen de entrenamiento distinto.

Los participantes en un grupo fueron entrenados 20 minutos al día durante una semana en la tarea de percibir diferencias de tono con respecto al tomado como referencia. Una y otra vez, se les preguntó la diferencia entre el tono de 1.000 hercios y uno algo inferior, pero no mostraron progresos.

En cambio, los participantes del segundo grupo mostraron progresos significativos en el aprendizaje cuando se combinó la misma cantidad de entrenamiento en la tarea (20 minutos) con 20 minutos de trabajo en una actividad no relacionada, mientras escuchaban un tono de 1.000 hercios a través de unos auriculares.

Asombrosamente, el aprendizaje del segundo grupo también fue comparable con el de un tercer grupo, el cual practicó 40 minutos al día durante una semana la tarea de detección de diferencias tonales.

Un cuarto grupo de participantes, expuestos repetidamente a un tono de 1.000 hercios 40 minutos al día mientras realizaban una tarea no relacionada, no mostraron progresos en el aprendizaje.

Experimentos posteriores revelaron que el orden de presentación (si los 20 minutos de entrenamiento en la tarea eran anteriores o posteriores a los 20 minutos de la otra tarea) no afectaba al aprendizaje. Ambos órdenes produjeron iguales progresos en el aprendizaje de diferenciar tonos.

Además, los investigadores descubrieron que la eficiencia de la combinación del entrenamiento en la tarea principal con el trabajo en la otra, comenzaba a disminuir si las dos tareas estaban separadas por más de 15 minutos, y era nula si las sesiones estaban separadas por cuatro horas.
Scitech News